“Andar en tren, andar en tren
es de lo mejor, es de lo mejor,
se tira el cordel, se tira el cordel
y se para el tren, y se para el tren. ...”
¿Sabías amable lector, que casi una generación de chilenos nunca han andado en tren?.
Qué tiempos eran aquellos en que las pintorescas y poco ecológicas locomotoras de vapor arrastraban muchos carros. De 1ª a 3ª clase. Coche Salón, coche comedor, coche dormitorio. Coches de 3ª clase con asientos de madera, sin luces por tener sus ampolletas quebradas o quemadas, coches con canastos con frutas o gallinas.
En los años 50 llegaron locomotoras diesel, seguidamente llegaron las eléctricas.
Creo que tenia 1 o 2 años para la primera vez que viajé en tren. Sin embargo los primeros recuerdos que guardo de viajar en un ferrocarril es de los 4 o 5 años, viajando entre Santiago y Valparaíso, así como entre Santiago y Chillán.
Los trenes y las estaciones de ferrocarril de esos fines de los sesenta eran muy diferenta los actuales.
Al entrar a la estación Mapocho o a la estación Central se podía percibir algo diferente. Olores a trenes, los sonidos de las vías ferreas, los gritos del jefe de estación y los maquinistas, los portadores de equipajes, los anuncios por alto parlantes tan típicos, en los que nada se entendía, pero todo el mundo sabía que información entregaban. Recordar los primeros movimientos de las salidas de los trenes de la estación. Recordar al inspector perforando boletos y al infaltable vendedor de refrescos que gritaba sus productos con un tono muy peculiar:
- ¡Malta, Bilz y Pílsener!
Sin embargo el vertiginoso paso del tiempo se llevó esos recuerdos añejos.
Ya a fines de los setenta el uso del tren había disminuido. Era más económico viajar en un bus, en "pullman". Incluso viajar en tren -en los años ochenta- era visto ser pobre.
Pero han llegado los nuevos tiempos. En los últimos cinco años el ferrocarril se remeció y comenzó a tomar bríos.
Consorcios españoles pasaron a administrar nuestro alicaído ferrocarril.
Estamos en la segunda mitad de 2005 y el ferrocarril, el viejo y querido tren, vuelve en gloria y majestad.
De un tiempo a la fecha es posible viajar en pocas horas (cerca de 10 horas) los casi 700 kilómetros que separan Temuco de Santiago.
A fines de este año 2005 podremos viajar recorriendo los 1025 kilómetros que separan Santiago de “la joya del Reloncaví” ... Puerto Montt.
Las estaciones ferroviarias comprendidas entre Temuco y Puerto Montt (cerca de 330 kilómetros) están siendo maquilladas, pues se renuevan y salen del letargo de años de inactividad.
Es de esperar que el inicio de esta nueva era del ferrocarril permita un uso masivo de este inapreciable medio de transporte de parte de los usuarios.
Nos vemos en el próximo tren.